A pesar de los objetivos del gobierno para reducir los desperdicios de alimentos y los programas, como “Love Food, Hate Waste” (Cuidemos los alimentos, odiemos los desperdicios), destinados a promover que las personas se replanteen la forma en que cocinan y hacen compras; en el Reino Unido actualmente se desechan más de 15 millones de toneladas de alimentos por año. De los 7 millones de toneladas de desperdicios de alimentos que desechan los hogares, casi la mitad es comestible.
La cantidad de alimentos que desechamos como nación es particularmente alarmante si consideramos la dependencia cada vez mayor en los bancos de alimentos cuyo uso se ha cuadruplicado desde 2012.
Las normas estéticas de los supermercados también debe tenerse en cuenta a la hora de abordar el problema de los desperdicios de alimentos, ya que entre el 20 % y el 40 % de los alimentos que se dirigen a las góndolas se desecha por no cumplir con dichas normas estéticas. Estamos comenzando a ver intentos de corregir este problema con la famosa fruta y verdura “torcida” que se encuentra en las góndolas de muchos de los principales supermercados del Reino Unido.
Todos debemos asumir la culpa por el desecho de los restos de ensalada, frutas, verduras y pan en nuestros desechadores de residuos antes de hacer la próxima compra de alimentos; se descubrió que las principales razones del desperdicio de alimentos en el Reino Unido son las siguientes:
- El 74 % de las personas no elaboran una lista de compras.
- El 35 % no planifican sus comidas.
- El 24 % no sabe qué hay en el refrigerador cuando va al supermercado.
Queda claro que, con un poco de planificación antes de hacer las compras semanales, todos podemos reducir considerablemente nuestros desperdicios de alimentos. Si consideramos solamente que se desechan a diario 2,6 millones de rebanadas de pan en Londres, es hora de que hagamos algo.
Cuando desperdiciamos alimentos, también desperdiciamos agua, ya que se requiere una parte considerable de agua para cultivar y producir alimentos. Se necesitan 100 cubetas de agua para producir una barra de pan, 54 cubetas para producir una pechuga de pollo y seis cubetas para producir una papa. Por eso, cuando desechamos estos alimentos, desperdiciamos también el agua, lo que provoca un impacto ambiental aún mayor.
Si pensamos que las autoridades locales destinan más de 50 millones de libras al año para eliminar los desperdicios de alimentos, podemos considerar otros destinos para dichos fondos. Con presupuestos municipales aún más escasos y carreteras y servicios en estado de precariedad, es hora de que enfrentemos el problema de los desperdicios de alimentos en el Reino Unido.